Love & Theft, de Andreas Hykades, es un corto de animación no narrativo, formado por una sucesión hipnótica de formas, caras, colores y líneas animadas que, con un imparable bucle con variaciones, va ofreciendo un también imparable crescendo visual, violento y con un final perturbador y muy imaginativo. Y la presentación, demasiado buena para ser mía, la acabo de fusilar del fantástico Blog de Cine
Cosplay + Photoshop, combinación letal jojojojojojojo
¿Os acordáis de Orca, la ballena asesina? Gran película, casi al nivel de Temblores o aquella de las hormigas que se comían un pueblo entero americano Bueno, a lo que voy, que me pierdo... Orca, la ballena pixelina (gracias Luciano)
Satura tus venas con esta suculenta pizza americana jojojojo ¡puñalada directa al corazón!
Especial animales para este viernes: El perro que baila rock en sueños, el gato que abraza y... Oink de pequeño!!!
(Google + 2204355) * Voy a tener suerte = El misterioso "Anuncio" presuntamente racista de KFC (Cientos de mirrors en Yotube)
¡El Pulpo Paul ha pronosticado que España ganará el mundial! Ya no hace falta ni que veas la final ni te gastes un pastón en el viaje a Sudáfrica ¡¡pulpodemos!!
Creative Ad Awards. Los mejores anuncios.
El tío que no se fiaba de su GPS y se compró unos cuantos más
¿Qué hacen los soldados cuando no hay guerras y se aburren? Pues sacan su cámara y hacen fotos de chulísimos mosaicos humanos (gracias Nacho)
Threadless (la tienda de camisetas de Internet) se ha aliado con Dell para sacar al mercado estos chulísimos portátiles
La extraña bicicleta que se convertía en una cadena para atarse a sí misma (¿o será una cadena gigante que se convierte en bicicleta?)
Ya tenemos las primeras fotos de San Fermín 2010 [más]
Nuevas partidas del Teléfono Estropeado
- Las hormigas se comen el puro gigante (gracias tetris_attack)
- Pitágoras y el corsé (gracias Natxo)
Una mañana de 1987, Alexander Fuchs, novelista americano afincado en Londres, de antecedentes argentinos, desayunaba frente a su modernísimo Amstrad PC1512. Tecleaba y a ratos hacía pequeñas pausas para mojar las galletas en su café mientras releía lo que momentos antes había escrito. En una de aquellas pausas, la galleta que sostenía se partió en dos, cayendo el trozo que no estaba entre sus dedos en el vórtice espacio-temporal que había dentro de la taza de café. Con un gracioso ¡chop! el trozo de galleta desapareció para siempre de su vista y fue a parar a sabe dios qué lugar de sabe dios qué galaxia. Alexander la buscó unas cuantas veces con su cucharilla y al no encontrarla decidió ignorar el incidente. Este extraño suceso, único hasta ahora en la historia de la humanidad, pasó desapercibido para todos.
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