El dato: En 1951, Henrietta Lacks acudió al hospital Johns Hopkins, en Baltimore, para revisar un "nudo" que notaba en el vientre. Resultó ser un cáncer que acabó con su vida pocos meses después. Sin embargo, las células obtenidas del tumor de Henrietta se han estado cultivando y reproduciendo desde entonces, llegando a utilizarse en más de 70mil experimentos científicos en todo el mundo. Se calcula que se han llegado a cultivar más de 50 millones de toneladas de sus células y Henrietta es considerada el primer humano cuya "línea célular" ha sido inmortalizada [fuente]