Ben era un tipo gordo. Vivía con su abuela y no tenía amigos. Estaba deprimido y su forma física era un horror. Hasta que un día se levantó del sillón al grito de: ¡a correr! Y en sólo año y medio ha pasado de gordo a cachas (o de foca a galgo, dicho de otro modo) [vídeo] (gracias Nacho)