Nick Scott es uno de esos gorditos que un día se armó de fuerza de voluntad, empezó a hacer ejercicio, y se ha convertido en toda una bestia parda de los músculos. Lo más curioso (además de ver las fotos del antes y el después) es que Nick está en silla de ruedas (eso sí, va directo a la categoría de Frikis ¡faltaría más! )